sábado, 23 de marzo de 2024

El vino del alquimista de Pepe Müller

Dentro del género thriller de aventuras, hay un subgénero, no diagnosticado, protagonizado por buscadores y que en su trama desarrolla la búsqueda, no exenta de peligros, de un objeto valioso.

Valioso por su valor crematístico, como un tesoro, o porque su trascendencia histórica puede alterar paradigmas y conseguir tambalear los principios éticos y sociales que hemos dado por inamovibles a lo largo de muchos años.

Suelen tener dos figuras prácticamente a la sombra y antagónicas que persiguen el mismo fin: encontrar el bien preciado. Que a su vez disponen de empleados y sicarios que son los que ejecutan el trabajo y corren los riesgos.

El protagonista principal, por lo general masculino, suele empezar titubeante pero una vez coge carrerilla ya todo se sucede de forma rápida y relativamente fácil. Hay viajes que buscan vistosidad y que se adornan con petulantes nombres de hoteles y restaurantes, marcas de ropa y comidas, y vinos exclusivos no, lo siguiente, aunque sus notas de cata carezcan de alma.

Y no faltan simbología, acertijos y secretos ocultos durante siglos que ahora se resuelven de forma pueril. Y es que a este subgénero hay que concederle esta prebenda, pues en caso contrario, las novelas necesitarían más de mil páginas.

Y en la trama siempre hay una chica, atractiva e inteligente, que ayuda al protagonista. Y muertes; ingrediente esencial para demostrar que no se está ante un juego de sobremesa.

El vino del alquimista es un thriller de buscadores, y como va de vino, diré que, elaborado a partir de un coupage de los tópicos identificadores de este subgénero que no difiere de otros títulos parecidos, a los que si supera, y con nota, con un diseño de cubierta muy apropiado.

En esta novela la búsqueda se ajusta a una botella de vino perteneciente a un fraile que además de enólogo era alquimista. Por lo que a la botella se le confieren propiedades químicas vinculadas al esoterismo.

El inicio es trágico con el incendio de uno de los más conocidos restaurantes de Barcelona con resultado de muerte de una persona.

A partir de aquí, los buscadores tienen un reto de pista fría y sin mapa con la X que indique el lugar lo que los equipara a los lectores que pueden ir avanzando en las pesquisas y descubrimientos a la par.

Si fuésemos exigentes, diríamos que a esta ópera prima de Pepe Müller le falta lo que se le pide a un buen vino, estructura, equilibrio y matices, pero siendo una lectura pasarratos se entiende que carezca de esa acidez que puntúa al vino.

 

martes, 19 de marzo de 2024

Contrition de Carlos Portela y Keko

Dentro del amplio catálogo de crímenes al que acude el género noir para manifestarse, hay un tema engorroso de abordar, peliagudo de escribir y desagradable de leer, que es el protagonizado por depredadores sexuales de menores.

Personas mayores que usan y abusan, para satisfacción sexual propia, de la impostura, la mentira, el chantaje e incluso la violencia sobre niñas y niños pequeños, inocentes e indefensos. Y frágiles.

Contrition es un conjunto de casas que conforman una atípica comunidad de vecinos en el condado de Palm Beach, en el estado estadounidense de la soleada Florida. Su censo lo completan personas exconvictas, condenadas por delitos sexuales que aspiran a una reinserción, que saben que jamás obtendrán.

Pederastas que han abusado físicamente de menores, y pedófilos, que se sienten excitados sexualmente con la proximidad o imágenes de menores, sobreviven como deshechos sociales, en un remedo de vertedero municipal, aferrándose a la religión que es la última esperanza.

No eligen el lugar donde vivir, el lugar los elige a ellos. La ley prohíbe a todas las personas que han sido condenadas por un delito sexual contra una víctima de 16 años o menor, vivir a 1.000 pies (305 metros) de una escuela, parque, zona de juegos o guardería. Y Contrition cumple con la ley

En Contrition se ha declarado un incendio en una vivienda y se ha encontrado un cadáver en su interior. En la casa vivía Christian Nowak, ergo Nowak es la víctima. Accidente o suicidio, tanto da. Caso cerrado para la policía local.

Pero no para Marcia, una periodista ambiciosa que sabe que solo un buen y gran artículo le puede ofrecer el reconocimiento que le permita una vida mejor en un lugar mejor. Su investigación irá sacando capas a la cebolla, hasta llegar a su germen y mostrará como se vive con el dolor cuando este es dolorosísimo.

Carlos Portela, guionista, y Keko, dibujante, se enfrentan a ese abismo, que ocuparía un infierno aparte.

Carlos Portela y Keko

Contrition es un relato bien concebido, bien estructurado, bien desarrollado y bien concluido por Carlos Portela. Es una historia terrible i cruel, de víctimas directas y victimas colaterales, de odio y venganza.

Una historia tan negra como la tinta que emplea Keko para desarrollar su técnica profesional de sombras y luces en un claroscuro que es perfecto para mostrar unos rostros que no exponen sus pensamientos, si acaso, resignación y desesperanza.

Por todo ello, Contrition es un comic noir indispensable.

 

miércoles, 6 de marzo de 2024

Las chicas están bien de Ilaria Bernardini

No todo se logra en la vida con voluntad, esfuerzo y sacrificio, aptitud y actitud. Hay que contar con los factores externos que pueden alterarlo todo. Se puede llegar al grado máximo de idoneidad para un ascenso laboral y ver la meritocracia apartada de un plumazo nepotista. Se puede estar al máximo nivel para una prueba deportiva y sin embargo no alcanzar la gloria

En todos los lugares donde haya que competir para ganar siempre habrá rivales y siempre adversidades circunstanciales o inducidas, pero, en general, y eso es lo peor, imprevisibles.

Las chicas están bien es un thriller psicológico desgarrador que ahonda en el entorno de las gimnastas de élite y del dolor que lleva parejo.

Pero no solo en el dolor visible, ese que se traduce por lesiones musculares, de ligamentos, fracturas de huesos, cuando no muerte por una mala caída o condena a silla de ruedas para toda la vida.

Sino también en el invisible. El de las privaciones de comida, el de las represiones de goce mundano; el de sufrir en silencio humillaciones y maltrato de quienes las entrenan; el de padecer tocamientos lascivos de fisioterapeutas que se aprovechan de su posición de poder y de la ingenuidad y el miedo de las pupilas.

Pero hay aún otro tipo de dolor. La tensión mental que provoca la obligación de ganar y cualquier otro resultado no vale. El que se instala día a día, quebrantando la fuerza mental, hasta convencer de que el fin justifica los medios.  

Ilaria Bernardini, conocedora de lo que escribe, revela esas condiciones en el marco de una competición. A modo de dietario, con Martina como vehículo, relata esos estados de ánimo y esos esfuerzos durante la semana que dura el torneo.

Desde temprano por la mañana hasta la noche. Las relaciones con el entorno y los diálogos interiores, todo al descubierto, expuesto a los focos gritando que dentro de maillots de lentejuelas brillantes, además de proyectos de medalla hay niñas en tránsito a ser mujeres.

Su prosa es directa y concisa. Todo músculo, apenas nada de grasa. No hay edulcorantes en lo que relata porque la realidad es amarga.

Y denuncia lo mal que se trata a quienes eligen el deporte como medio para alcanzar un sueño, por creer, quienes las entrenan, dirigen y deberían cuidar que la dureza endurece.

La gimnasia, como cualquier otra disciplina deportiva de élite, está compuesta de personas y no de robots. De seres humanos necesitados de cariño, estímulos positivos y risas sin fin. Así se liberan las presiones, cualquier otro método puede también conseguir liberarlas, pero sin control.

Y ahí radica el quid de esta novela, sin el control adecuado, sin la visión periférica cualquier cosa puede suceder. Incluso el asesinato.

sábado, 2 de marzo de 2024

Crimen en la Posada “Arca de Noé” de Molly Thynne

La meteorología aliada al instinto delictivo determina una interesante trama criminal en espacio cerrado.

Un dispar grupo de viajeros coincide en la Posada Arca de Noé por culpa de una fuerte nevada que les imposibilita transitar por las carreteras y continuar sus respectivos viajes.

Entre los compañeros accidentales se encuentran personas de distinto origen, oficio e intenciones y cuando el crimen se presenta éste topa con la figura del Dr. Constantine que resulta ser un brillante detective aficionado.

La nieve cerca la Posada y su entorno e impide que nadie abandone el lugar por lo que hay que actuar con presteza y descubrir quien pueda ser culpable antes de que la bonanza le permita escaparse.

La desconocida, para el público de lengua castellana, Molly Thynne, demuestra sus aptitudes para desarrollar, partiendo de un tópico argumento, un relato que tiene en la personalidad de cada uno de los huéspedes de la posada su punto fuerte. Las relaciones entre ellos y sus desavenencias, surgidas de su clasismo y de la tensión ambiental por el encierro, dibujan magníficamente el escenario ideal para que el crimen sea una crónica anunciada. 

Una trama interesante, jocosa e intrigante, fiel exponente del género de novela enigma que constituyó la Golden Age británica, esa edad dorada capitaneada por Agatha Christie y que tuvo gran cantidad de escritores afines y gran seguimiento lector.

Una nueva oportunidad, brindada por la Editorial dÉpoca y magníficamente prologada, una vez más, por Juan Mari Barasorda, para descubrir esas obras eclipsadas por las escritas por las grandes damas y que resultan de enorme calidad.

El prólogo contextualiza la novela y la autora y aporta gran y notable cantidad de información social y del nivel literario de la época.

Recójanse una de estas tardes invernales, mejor si nieva o como mínimo que llueva, y disfruten con esta lectura que une a la claustrofobia del encierro el atractivo reto de ponerse en la mente del Dr. Constantine y jugar a resolver el caso antes de llegar al fin.

 

 

miércoles, 21 de febrero de 2024

La última partida de Jorge I. Aguadero Casado

A quienes los dioses eligen para acceder al Olimpo de la fama deportiva no les ha alcanzado ninguna bendición. El camino para ascender es tan largo, tortuoso, difícil y si te descuidas, mortal, que hay que empezarlo a tierna edad.

Eso significa que los años de su vida ya no son suyos; que todo aquello que se supone que se corresponde a cada franja de edad no lo van a vivir. Que se enfrentaran a una madurez sin haber exprimido ni la pubertad ni la juventud. Que, aunque sean ganadores, en el fondo siempre serán perdedores.

Tanta represión, tanta instrucción, tanto castigo pasa factura y así a quienes los dioses bendicen, maldicen haberlo sido.

La última partida es un thriller que se desarrolla sobre un tablero de ajedrez; es un thriller social trascendido por la situación geopolítica de la época en que transcurre. Es suspense y tensión que se acrecienta a medida que se suceden unos asesinatos y se acerca la gran final del campeonato del mundo de ajedrez.

Aunque no se crean que los asesinatos sean el nudo gordiano, sino todo lo contrario daños colaterales a la liberación del monstruo que todos llevamos dentro. En este sentido no se llamen a engaño: no es novela negra, ni policiaca, ni detectivesca.

Vamos a conocer, casi mejor que ellos mismos, a Fiódor Vasíliev, a Elene Isakadze y a Borislav Miroshnychenko. Vamos a acompañarlos desde su nacimiento, vamos a participar de sus inquietudes, a vivir sus miedos, a compartir sus anhelos. Anhelos que no ilusiones ya que los viven como objetivos a cumplir prácticamente desprovistos de emoción.

Los tres, jugadores de ajedrez. Mentes brillantes capaces de recordar jugadas y estrategias; de analizar situaciones y posiciones de sus trebejos y de anticipar jugadas futuras para saber cómo burlarlas o contrarrestarlas.

Los tres con la vista puesta en el horizonte de convertirse en campeones del mundo. Pero este privilegio está reservado solo a una persona. En ajedrez, quien juega es el rey y o gana o pierde y si pierde muere.

El autor, Jorge I. Aguadero Casado, escribe sobre ajedrez sabiendo de lo que escribe y describe a la perfección como se viven las emociones cuando deben guardarse en el interior, ya que, ante todo, antes incluso que uno mismo, está el juego que a medida que avanzan los torneos y las eliminatorias ya se ha convertido en lucha sin cuartel.